Camiones sin conductor
Como parte de la colaboración anunciada por las empresas el 4 de febrero de 2025, el software Waabi Driver AI se instalará en camiones Volvo para mejorar la seguridad y la eficiencia del transporte de mercancías. La ventaja de la IA de Waabi es que, a diferencia de otros modelos, puede simular y predecir situaciones en la carretera sin tener que probarlas en tiempo real, lo que supone un importante ahorro de tiempo y dinero. Además, la integración del software en los camiones mejorará el frenado, la potencia y otras muchas funciones. Los vehículos propulsados por Waabi Driver empezarán a probarse a finales de este año, y la tecnología se integrará no sólo en los camiones autónomos Volvo VNL existentes, sino también en los de próxima fabricación, que se están construyendo en la mayor planta de Volvo en Virginia. La empresa sueca ya anunció en mayo del año pasado sus planes de incluir un camión VNL en su línea de productos, y también ha realizado algunas pruebas de conducción en colaboración con la empresa de reparto DHL. No es el primer contacto del fabricante sueco con Waabi. La filial de capital riesgo Venture Capital del Grupo Volvo fue el primer inversor en la tecnología, a la que se unieron grandes empresas como Uber, Nvidia y Porsche. Mientras tanto, la IA de Waabi ya se ha probado antes, en una flota de camiones autónomos de su brazo logístico, Uber Freight. Volvo y Waabi esperan que, trabajando juntos, los camiones autónomos se conviertan pronto en una realidad común.
Volvo se "mantiene al día"
Para mantenerse al día, Volvo entró en el desarrollo de vehículos autónomos en 2017. Dos años después, presentó el camión eléctrico Vera, que probó en un programa piloto en Suecia. En el mercado estadounidense, además de con DHL, se ha asociado con Aurora Innovation, una empresa de tecnología autónoma, para seguir desarrollando sus capacidades en este ámbito.
El potencial es enorme
La industria del transporte también puede desarrollarse de forma más rápida y eficiente gracias a este tipo de innovaciones, tal y como lucha el sector logístico estadounidense. Según Freight Waves, algunos profesionales del sector opinan que la industria del transporte por carretera tiene escasez de conductores, mientras que otros creen que el problema radica en la alta rotación debido a las largas jornadas laborales y a una remuneración inadecuada. Los vehículos autónomos podrían ser una solución rompedora a este problema. Su potencial queda patente en las cifras de la consultora McKinsey & Co. Ésta, en su informe de septiembre de 2024, estima que en 2035 el mercado mundial de este tipo de vehículos podría alcanzar un valor de 616.000 millones de dólares, de los que 178.000 millones corresponderían sólo a Estados Unidos. [1]
Quieren ayudar a los conductores
La filial de autobuses públicos de Volvo Buses ha dado un paso más hacia un futuro sin conductor. En colaboración con VL y Svealandstrafiken, lanzará en primavera un nuevo sistema de pruebas de conducción autónoma para conductores de autobús. Las pruebas se realizarán con autobuses eléctricos en rutas de Västerås. Sin embargo, el sistema no sustituirá a los conductores, sino que les quitará presión y mejorará la seguridad y el confort. También automatizará las salidas y llegadas a las paradas de autobús, lo que permitirá a los conductores concentrarse en el tráfico. También promete los beneficios económicos y medioambientales que debería reportar la minimización del desgaste de los autobuses. Según el jefe de proyecto de Volvo Buses, Joakim Jonsson, los autobuses totalmente autónomos son la gran apuesta del futuro. Al contrario. El jefe de tecnología e innovación de Svealandstrafiken, Geert Schaap, ve otras aplicaciones potenciales, por ejemplo en el guiado a estaciones de carga o lavabos. Las pruebas durarán 6 meses e incluirán un estudio científico realizado en colaboración con la Universidad Tecnológica de Chalmers para evaluar su impacto tanto en conductores como en pasajeros.
Va a ser un año duro
Volvo obtuvo unos sólidos resultados financieros el año pasado, con un aumento de las ventas del 8% y más de 708.000 vehículos vendidos. Los ingresos de explotación aumentaron un 12%, hasta 22.300 millones de coronas suecas (2.040 millones de dólares). Los tres últimos meses del año pasado fueron más difíciles, ya que el beneficio de la empresa cayó un 28%, hasta algo menos de 4.000 millones de coronas suecas (366 millones de dólares). La empresa justificó la caída alegando una rebaja en la valoración de su negocio Novo Energy, que posee junto con la sueca Northvolt. En términos de ventas, Volvo registró un descenso del 6% en China y del 2% en EE.UU. Sin embargo, las declaraciones prospectivas del fabricante apuntaban a un 2025 lleno de desafíos, citando un crecimiento más lento del mercado, el aumento de los descuentos e incertidumbres geopolíticas como los aranceles comerciales. Aunque las ventas de coches eléctricos aumentaron del 16 al 23% el año pasado, la aceptación del público se ha estancado. Por ello, Volvo abandonó en otoño su compromiso de vender coches totalmente eléctricos para 2030. Pero sigue ofreciendo modelos híbridos e híbridos enchufables de alta gama.
La acción en números verdes
A pesar de las dificultades del mercado global, Volvo ha sido capaz de ofrecer vehículos fiables e innovación, como se puede ver en la cotización de la empresa en bolsa. Si nos fijamos en el rendimiento a 5 años, se encuentran en números verdes, sumando más de un 80 por ciento a su valor durante el período, a pesar de enfrentarse a varios meses de caídas en 2022 y 2024. El año pasado, las acciones alcanzaron un máximo histórico, subiendo a casi 315 coronas suecas (28,83 dólares) en marzo. El 10 de febrero de 2025 cotizaban muy cerca de ese nivel, 312,40 coronas (28,59 dólares), en el Nasdaq de Estocolmo. Según Google Finance, en esa fecha la capitalización bursátil había alcanzado los 635.410 millones de coronas suecas (58.100 millones de dólares).
Evolución del precio de las acciones de Volvo en SEK en los últimos 5 años. (Fuente: Investing.com)*
* Los resultados pasados no garantizan los resultados futuros.
[1] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o en el entorno económico actual, que puede cambiar. Estas afirmaciones no garantizan resultados futuros. Implican riesgos y otras incertidumbres difíciles de predecir. Los resultados pueden diferir materialmente de los expresados o implícitos en las afirmaciones de carácter prospectivo.
Presentación de resultados futuros.