Auge y declive de WeWork

Todos los días somos testigos de grandes éxitos de diferentes empresas, pero también de sus caídas. Por desgracia, WeWork se encuentra en esta última categoría. A pesar de tener una gran visión y una idea asombrosa, los escándalos hicieron que cayera de una capitalización bursátil de 47.000 millones de dólares a "sólo" 44 millones. [1] En este análisis, te daremos los detalles de lo que la llevó a la quiebra.


WeWork es un conocido proveedor de espacios de trabajo flexibles y empresa de co-working. Fue fundada en 2010 por Adam Neumann, Miguel McKelvey y Rebekah Neumann. Ofrece oficinas compartidas, instalaciones comunitarias y servicios para empresas y particulares. Los espacios de WeWork son conocidos por su diseño moderno y elegante, que proporciona a sus miembros un entorno colaborativo y centrado en la comunidad. Con este modelo, la empresa se ha expandido rápidamente por todo el mundo y se ha convertido en uno de los principales actores del sector del co-working.

Estrella emergente

Sólo cuatro años después de su fundación, WeWork estaba valorada en 4.600 millones de dólares. Ha atraído a grandes inversores como JP Morgan, Goldman Sachs y Wellington Management, entre otros. Sin embargo, el CEO Adam Neumann, que no tenía experiencia en la gestión de dinero, comenzó a gastar su dinero sin control, lo que hizo que los inversores se preocuparan en 2016 de si la empresa podría mantener su valor y, en caso afirmativo, durante cuánto tiempo. No obstante, SoftBank decidió invertir 4.400 millones de dólares en 2017, lo que disparó el valor de la financiación de WeWork hasta los 20.000 millones de dólares.

Situación de inflexión

A pesar de las buenas noticias de los inversores, la situación empezó a empeorar en 2018, cuando la empresa se enfrentó a las protestas de sus empleados. Tuvieron que comer solo a base de plantas para ayudar al medio ambiente, mientras que Neumann compró un jet privado por 60 millones de dólares. Pero eso no impidió que SoftBank inyectara otros 2.000 millones de dólares en WeWork, ayudándola a alcanzar un valor de 47.000 millones de dólares. Pero todo empezó a desmoronarse a finales de 2019.

Un fracaso tras otro

Tras la fallida salida a bolsa, los inversores públicos se volvieron en contra de la compañía, lo que más tarde provocó que Neumann dejara el cargo de consejero delegado en 2019. Y por si fuera poco, se denunció la presencia de formaldehído cancerígeno en las oficinas. Llegados a este punto, la empresa se vio obligada a pedir un salvavidas a SoftBank, que tomó el control de la misma desde su posición de inversor principal. Entonces llegó la pandemia de COVID-19 y el mundo entero se sumió en restricciones en forma de bloqueos. WeWork ya no podía funcionar. Los inversores decidieron presentar una demanda colectiva contra la empresa porque consideraban que había exagerado su plan de negocio.

Un rayo de esperanza

El año 2021 mostró un poco de esperanza para la empresa, después de que Sandeep Mathrani se hiciera cargo en 2020, los costes se redujeron en más de mil millones de dólares, lo que mejoró el flujo de caja. Esto significó que WeWork fue capaz de firmar contratos de arrendamiento de nuevo, firmando la mayor cantidad de contratos de arrendamiento desde 2019.[2]

El principio del fin

Las acciones de la compañía se desplomaron casi un 50 por ciento hasta un mínimo histórico después de que las noticias indicaran que el proveedor de espacios de trabajo flexibles podría declararse en quiebra.* La empresa, con sede en Nueva York, ha pasado apuros en los últimos años con una deuda significativa y pérdidas considerables. A pesar de salir a bolsa en 2021 a un valor significativamente reducido, los continuos problemas representaron un revés significativo para SoftBank, que invirtió miles de millones en los esfuerzos de rescate, ya que la startup nunca alcanzó la rentabilidad.

Quiebra

Más recientemente, WeWork decidió no hacer frente a los pagos de intereses de los pagarés senior con vencimiento en 2025, a pesar de contar con los fondos necesarios para ello, advirtiendo de una posible quiebra ya en agosto. El precio por acción alcanzó un mínimo histórico de 1,18 dólares, lo que supuso una pérdida de valor del 96% este año, y ha seguido cayendo. *[3] Al no aceptar el 92% de los acreedores la opción de reestructuración, WeWork se declaró finalmente en quiebra definitiva el lunes 6 de noviembre de 2023.


Snímek obrazovky 2023-11-13 v 13.43.23

Desempeño de la cotización de WeWork desde su lanzamiento (Fuente: Google Finance) *

* El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros.

Olivia Lacenova, analista principal de Wonderinterest Trading Ltd.

[1] https://companiesmarketcap.com/wework/marketcap/

[2] https://www.lofficielusa.com/film-tv/wework-scandal-scammer-timeline-wecrashed-apple-tv-jared-leto-anne-hathaway

[3] https://www.investing.com/news/stock-market-news/wework-shares-sink-on-reports-of-imminent-plans-for-bankruptcy-filing-3216655

 

Este texto es una comunicación de marketing. No se trata de ningún tipo de asesoramiento o prospección de inversión ni de una oferta de transacción de ningún instrumento financiero. El contenido del texto no tiene en cuenta las circunstancias individuales, la experiencia o la situación financiera del lector. Eficacias pasadas no son garantía ni predicción de resultados futuros.

Advertencia de riesgo: Los CFD son instrumentos complejos y están asociados a un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. 92.59% de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero en la negociación de CFD con este proveedor Debe considerar si comprende el funcionamiento de los CFD y si puede permitirse asumir un riesgo elevado de perder su dinero. Producto difícil de comprender, la CNMV ha determinado que no es adecuado para los pequeños inversores, debido a la complejidad y alto riesgo que implica.