Crisis bancaria en el siglo XXI

En el peor caso podría llegar una crisis bancaria en toda regla. Durante la misma, la actividad económica empezaría a decaer, provocando una recesión a largo plazo, pero esperemos que esta posibilidad se quede solo en teoría.

¿Qué está ocurriendo en el sector bancario?

Silicon Valey Bank (SVB) se vio de repente obligado a vender sus bonos para cubrir las retiradas de efectivo que los clientes empezaron a hacer tras la noticia de los problemas del banco. En el mundo actual, en el que la información se difunde en cuestión de segundos, se trata de un grave problema para una institución financiera, en la que el pánico puede provocar retiradas repentinas de fondos de los clientes y, en el peor de los casos, llevar al banco a la quiebra, como ocurrió con SVB. Esta situación puede ocurrir muy fácilmente con otros bancos, por lo que muchos inversores están preocupados por la propagación del fenómeno en este sector. Por cierto, unos días después también surgieron problemas en Europa, concretamente en el caso de Credit Suisse. Sin embargo, los expertos creen que no hay que temer una situación similar a la que se produjo en 2008 con la quiebra de Lehman Brothers.

Redes sociales: ¿Un problema o una ventaja?

Hoy en día, muchas fluctuaciones del mercado comparten una característica importante. ¿Han notado cómo afectan al mercado las redes sociales? Basta una publicación en Twitter, por ejemplo de Elon Musk, para que el sentimiento positivo o el pánico se extiendan a todo el sector en cuestión de minutos. Hemos visto este efecto con las criptomonedas y lo experimentamos a diario en el mercado de valores. Independientemente de que la información sea cierta, los inversores suelen sucumbir al sentimiento positivo o al pánico y empiezan a cambiar sus inversiones.

Digitalización del sector bancario

En comparación con 2008, cuando comenzó la crisis financiera en Estados Unidos, las inversiones y la mayoría de los negocios en general se han trasladado a Internet y ha emergido los bancos digitales. El sector bancario se basa ahora en el mundo en línea y el dinero depositado puede gestionarse, moverse, retirarse y pagarse en cuestión de segundos. No obstante, vemos que el espacio virtual trae consigo también peligros.

Consecuencias y evolución

Hoy en día podemos ver las consecuencias de los problemas mencionados. Una de ellas es la caída del precio de las acciones de los bancos europeos. Erste Group y Deutsche Bank, por ejemplo, han registrado las mayores caídas durante el mes, ambas superiores al 20 %.*

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El rendimiento de Erste Group Bank AG en los últimos 5 años. (Fuente: Investing)

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El rendimiento de Deutsche Bank AG NA O.N. en los últimos 5 años. (Fuente: Investing)

 

Sin embargo, todo el mundo está interesado en lo que pueda ocurrir en los próximos meses. En el mejor de los casos, estos acontecimientos podrían ser la excepción y los problemas podrían controlarse una vez que la confianza vuelva a los mercados. Lo más probable, sin embargo, es un deterioro de las condiciones financieras, en el que los bancos se vuelvan más aversos al riesgo. Los préstamos bancarios a pequeña escala estarían entonces menos disponibles, lo que perjudicaría a la actividad económica. El peor escenario podría ser la llegada de una crisis bancaria en toda regla. Durante la misma, la actividad económica empezaría a decaer, lo que llevaría a una recesión a largo plazo, pero esperemos que esta posibilidad se quede solo en teoría. [1]

 

Olivia Lacenová, analista de Wonderinterest Trading Ltd.

 

* El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros.

[1] Las declaraciones prospectivas están basadas en las suposiciones y las expectaciones actuales que pueden ser inexactas o relacionadas con el ámbito económico actual que puede cambiar. Estas declaraciones no son garantía de rendimiento futuro. Están sujetas a riesgos y varias incertidumbres que no son predecibles. Los resultados pueden diferir considerablemente de lo declarado o implicado en cualquiera declaración prospectiva.

Este texto es una comunicación de marketing. No se trata de ningún tipo de asesoramiento o prospección de inversión ni de una oferta de transacción de ningún instrumento financiero. El contenido del texto no tiene en cuenta las circunstancias individuales, la experiencia o la situación financiera del lector. Eficacias pasadas no son garantía ni predicción de resultados futuros.

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