El precio del cobre supera los 10 000 dólares. Impulsado por la demanda mundial de energía verde

El cobre ha vuelto a cruzar un umbral de precios significativo. A pesar de un ligero descenso desde los máximos recientes, cuando el contrato de futuros cotizaba a más de 10 000 USD por tonelada, el metal se mantiene al alza en términos interanuales.* Esto refleja su papel clave en la descarbonización, los avances tecnológicos mundiales, el desarrollo de infraestructuras para la inteligencia artificial y las iniciativas de energía limpia, especialmente en China.

Justo por debajo del máximo

El cobre superó un umbral psicológico el viernes 5 de julio de 2024, cuando el contrato de futuros de cobre para entrega en septiembre (HGU4) cotizó a 4,69 dólares por libra, o aproximadamente 10.300 dólares por tonelada, en la Bolsa de Metales de Chicago. Esto es sólo alrededor del 10% del máximo histórico de 5,20 dólares por libra, o más de 11.460 dólares por tonelada, el 20 de mayo de 2024. A 8 de julio de 2024, aunque el precio del contrato ha caído ligeramente a 4,65 dólares por libra, el metal sigue subiendo más de un 18% interanual*.

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Evolución del precio del contrato de futuros del cobre para entrega en septiembre (Fuente: Tradingeconomics.com)*.

Las previsiones para este año son positivas

El metal rojo superó la barrera de los 10.000 dólares después de que el banco Citigroup emitiera una previsión de subida del precio hasta ese nivel. Según Mining.com, la reciente caída del precio se debió a las bajas cifras de producción mundial, pero esto debería ser sólo temporal. BMI Research, tiene una estimación ligeramente inferior. En su previsión de junio, estimaba que el precio medio del cobre podría alcanzar los 9.200 dólares por tonelada este año. La empresa matriz de BMI, Fitch Research, incluso revisó su estimación a 8.600 USD. Una previsión similar a la de BMI fue realizada por los expertos de ANZ Research. En concreto, hablan de un nivel de precios de 9 290 USD[1].

La energía verde como motor

Los precios de los metales se ven impulsados al alza por la producción de las refinerías chinas, con una demanda superior a la oferta, pero también por los problemas del mercado inmobiliario chino, sobre el que escribí recientemente un análisis. Las perspectivas positivas también reflejan el uso del cobre como elemento clave en la descarbonización y el aumento del consumo de electricidad. El despliegue de las energías renovables y la demanda de vehículos eléctricos (VE) dependen en gran medida del cobre, gracias a su excelente conductividad. A medida que los países, en particular China, avancen en la transición hacia las energías limpias, se espera que la demanda de cobre crezca de forma significativa.[2] Esta estimación se ve respaldada por el plan de China de introducir nuevos incentivos para mejorar su infraestructura de energías renovables, que, entre otros temas, se decidirá durante la llamada Tercera Sesión Plenaria del Gobierno chino y otros líderes del país.

La interrupción de las minas empuja el precio al alza

Además del creciente sector de los vehículos eléctricos, los problemas de suministro de las principales regiones mineras de América Latina y África también están repercutiendo en el precio. Debido a la inestabilidad política, los problemas medioambientales, las interrupciones de la producción en Chile, Perú y Zambia, y el cierre de una de las mayores minas de Panamá, podríamos asistir a un aumento significativo del precio de este mineral.

La inteligencia artificial también ayudará al precio

Con el desarrollo de la infraestructura de inteligencia artificial (IA), la importancia de los metales y materiales de construcción es clave, como también destacaron los analistas de Wells Fargo a Investing.com. También añadieron que la importante inversión mundial en mejoras de la IA requerirá mejoras en la infraestructura existente. El sector de los materiales, en particular el cobre y el acero, desempeña un papel integral en la construcción de centros de datos de IA y redes de alto consumo energético, lo que se suma a una demanda ya de por sí elevada. Por un lado, esto representa una ventaja significativa para las empresas de estos sectores, en términos de asegurar las ventas, pero también es otro factor que empuja al alza el precio del cobre (y de otros materiales).

El año que viene, previsiones divergentes

Aunque las previsiones de precios de las materias primas para este año van en una dirección bastante similar, las estimaciones para el año que viene ya son divergentes. Citigroup prevé un aumento de hasta 12.000 dólares por tonelada. BMI Research ha publicado estimaciones ligeramente inferiores, de 9 400 USD, y ANZ Research, de 9 929 USD. Por el contrario, Fitch Research hace una previsión a la baja y cree que el cobre cotizará a 8.400 USD. Dada la fuerte evolución de la IA, si la demanda de cobre se mantiene en los mismos niveles que ahora, o incluso crece más, y persisten los problemas de oferta, es probable que continúe una evolución similar a la actual y que el precio del cobre mantenga su actual tendencia alcista a largo plazo con algunas correcciones[3].

Olivia Lacenova, analista principal de Wonderinterest Trading Ltd.

* Los resultados pasados no garantizan los resultados futuros.

[1,2,3] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o en el entorno económico actual, que puede cambiar. Tales afirmaciones no son garantía de resultados futuros. Implican riesgos y otras incertidumbres difíciles de predecir. Los resultados pueden diferir materialmente de los expresados o implícitos en las afirmaciones de carácter prospectivo.

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