Aparte del indeseado récord de inflación por las nubes, Gran Bretaña tiene casi con toda seguridad la inflación más alta entre los países del G7. Aunque Japón aún no ha comunicado sus datos, es poco probable que alcance el crecimiento de precios de Gran Bretaña.
Se superaron las estimaciones
Los expertos de Reuters estimaban que la inflación alcanzaría como máximo el 9,3%, lo que suponía un escenario ligeramente más suave. En el último mes, los precios locales de los alimentos crecieron un 10% interanual, y los de la gasolina incluso un 42%.
¿Seguirán subiendo los tipos de interés?
El ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, anunció que Gran Bretaña no era el único país que se enfrentaba a una inflación creciente. El gobierno cooperará con el banco central británico para resolver el problema, añadió. El Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés cinco veces desde diciembre y se espera que vuelva a hacerlo en la reunión de política monetaria de agosto. [1]
Progresión de los tipos de interés básicos en el Reino Unido durante los últimos cinco años. (Fuente.tradingeconomics.com)
Europa se enfrenta a una situación similar
En base a los datos proporcionados por la oficina estadística de la UE Eurostat, la tasa de inflación anual dentro de la UE fue del 9,6% en junio de 2022. En la zona euro, la tasa de inflación fue algo inferior y se situó en el 8,6%. Los países bálticos se enfrentan a la inflación más alta. Al igual que la situación en el Reino Unido, la inflación se debió principalmente al aumento de los costes de la energía, lo que contribuyó al crecimiento de los precios de los alimentos, el alcohol y los servicios. Hace un año, la tasa de inflación interanual era del 2,2% en la UE y del 1,9% en la zona del euro.
Olivia Lacenová, analista de Wonderiterest Trading Ltd., ha publicado un informe sobre la inflación en los países bálticos.
[1] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o se basan en el entorno económico actual, que está sujeto a cambios. Tales afirmaciones no garantizan resultados futuros. Implican riesgos y otras incertidumbres difíciles de predecir. Los resultados podrían diferir materialmente de los expresados o implícitos en cualquier declaración prospectiva. [1,2]