Es en el caso de los metales preciosos donde hemos asistido recientemente a una interesante corrección. En la última semana, el oro ha perdido un 2,9% de su valor, mientras que la plata ha perdido un total del 9,6%.* A finales de septiembre (que fue el peor para los mercados en años), el oro registró sus niveles más bajos en dos años y medio. En la práctica, esto podría significar que pronto se producirá una inversión de esta tendencia. La inflación en toda la economía mundial no ha dejado de aumentar y los inversores se muestran recelosos.
El precio del oro ha rondado los 1.650 dólares la onza en los últimos días, mientras que poco después de la invasión de Ucrania por las tropas rusas superaba los 1.980 dólares la onza.* Su precio no ha dejado de bajar desde la primavera de este año, y teniendo en cuenta la turbulenta situación actual (no sólo) en los mercados, es de esperar que esta tendencia pueda invertirse pronto.
Gráfico: Evolución del valor del oro en los últimos 5 años. (Fuente: Investing.com)
Por otro lado - en las próximas semanas, estamos ante lo que suele ser el mejor periodo para los mercados - el último trimestre del año. Este puede ser un periodo bastante alcista para los títulos bursátiles, teniendo en cuenta el próximo Black Friday, que suele significar altos márgenes de beneficios para las empresas por las ventas y, en última instancia, se reflejará positivamente en el sentimiento de los inversores en los mercados bursátiles. A esto le siguen las compras navideñas, que podrían traer otra oleada de sentimiento positivo[1]. Por lo tanto, es posible que este periodo tire al alza de los mercados bursátiles y tengamos que esperar algún tiempo para que el oro rebote desde los mínimos actuales.
Olivia Lacenova, analista jefe de Wonderinterest Trading Ltd.
* Las rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros.
[1] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o en el entorno económico actual, que puede cambiar. Estas afirmaciones no garantizan resultados futuros. Implican riesgos y otras incertidumbres difíciles de predecir. Los resultados pueden diferir materialmente de los expresados o implícitos en las afirmaciones de carácter prospectivo.