El presupuesto del Estado para este año se aprobó con un déficit de 241.000 millones de coronas. Esto incluye diez mil millones adicionales añadidos a la propuesta original debido a las inundaciones que asolaron, en septiembre del año pasado, partes de las regiones de Olomouc y Moravia-Silesia.
Este año, sin embargo, vuelven a surgir dudas sobre si se cumplirá el déficit presupuestario aprobado. Más aún desde que el Consejo Nacional de Presupuestos, en otoñodel año pasado, después de que el Gobierno presentara el proyecto de presupuestos a la Cámara de Diputados, advirtiera de los riesgos que conllevaba el proyecto de presupuestos para este año. Hasta el momento, parece que varios de estos riesgos se están materializando-o aún podrían materializarse antes de que finalice el año.
Al mismo tiempo, la evolución actual del presupuesto del Estado a finales de julio de 2025 muestra que las finanzas públicas se encuentran en mejores condiciones que en el mismo periodo del año pasado. Hasta el momento, el Estado ha registrado un déficit de algo menos de 166.000 millones de coronas (excluyendo el impacto de los ingresos y gastos relacionados con la UE), lo que supone unos 40.000 millones de coronas menos que el año pasado.
Por tanto, es posible que, a pesar de los riesgos mencionados, se cumpla el déficit aprobado para todo el año. Esto se debe, en parte, a que ya hemos entrado en la parte del año que suele ser más favorable para la ejecución presupuestaria. Además, la economía checa está funcionando relativamente bien (su crecimiento se aceleró en el segundo trimestre), lo que significa varios miles de millones de coronas más de ingresos para el presupuesto estatal en comparación con el plan original.
Desde esta perspectiva, puede ser una cierta desventaja para el Gobierno saliente de Petr Fiala que las elecciones a la Cámara de Diputados se celebren antes de que esté definitivamente claro cómo resultará este presupuesto.
Esto dificultará aún más la elaboración del proyecto de presupuesto estatal para 2026. En esencia, podría dejar de ser el presupuesto del propio Gobierno (si se confirman los sondeos preelectorales y ganan las elecciones los actuales partidos de la oposición), por lo que podría dar igual cómo se redacte. Por otro lado, podría enviar una última señal antes de las elecciones de que la responsabilidad fiscal sigue importando al gabinete. La cuestión, sin embargo, es si los votantes todavía están dispuestos a escuchar el tema de la responsabilidad fiscal lo suficiente como para que sea un factor decisivo a la hora de elegir a quién apoyar.
Por esta razón, será interesante ver cómo lo aborda el nuevo gabinete, que tendrá que debatir la propuesta a finales de septiembre (es decir, antes de las elecciones). Si adoptará el presupuesto como propio, o lo rechazará y decidirá proponer un presupuesto completamente nuevo. Si ocurre esto último, aumentará la probabilidad de que la República Checa entre en 2026 con un presupuesto provisional, de forma similar a lo ocurrido en 2022. En cualquier caso, la elaboración y aprobación de un presupuesto estatal responsable para 2026 será una tarea bastante complicada para cualquier gobierno que surja de las elecciones parlamentarias de octubre.
Presupuesto provisional.