Un fuerte contraste
En términos de ingresos, la empresa registró un aumento interanual del 12 por ciento, hasta 28.100 millones, lo que supone también unos 1.700 millones de dólares más de lo que esperaban los analistas del London Stock Exchange Group (LSEG). El principal problema, sin embargo, fue el beneficio neto, que cayó un 37%, hasta 1.370 millones de USD. Sobre esta base, el beneficio por acción (BPA) alcanzó los 0,50 USD*, quedando por debajo de las expectativas, que se situaban en 0,54 USD. Las razones de este descenso son varias, siendo las principales el fuerte aumento de los costes operativos -concretamente un 50 por ciento-, principalmente en investigación, desarrollo y proyectos relacionados con la inteligencia artificial.
Récord de entregas
Por otro lado, en cuanto a entregas, Tesla mantuvo un ritmo relativamente fuerte. En el tercer trimestre, se registraron 497.099 vehículos entregados, lo que también representa un nuevo récord. No obstante, las entregas totales desde principios de año alcanzaron 1,2 millones de unidades, lo que supone un 6% menos que en 2024. Esto acabó sorprendiendo a los inversores, ya que en Estados Unidos se puso fin a los créditos fiscales para vehículos eléctricos iniciados por el presidente Donald Trump, por lo que en su lugar se había esperado un aumento de las compras por parte de los consumidores.
Tesla Energy
Mientras la división de automoción se desacelera, el principal motor de crecimiento durante el tercer trimestre fue la división de energía de Tesla, que representó aproximadamente una cuarta parte de los ingresos totales. En términos monetarios, ingresó 3.420 millones de dólares, lo que representa un aumento del 44% respecto al año anterior. Las soluciones corporativas como Megapack y los nuevos productos solares son cada vez más importantes para los grandes centros de datos; por ejemplo, xAI, la startup de IA de Musk, se encuentra entre los clientes clave de esta división.
Proyectos de futuro y reacción del mercado
La dirección de Tesla ve la trayectoria futura de la compañía ligada en gran medida a proyectos experimentales como el Robotaxi llamado Cybercab, que se espera que entre en producción en masa en 2026, con un servicio piloto ya en marcha en Austin. También se prepara la producción del camión eléctrico Semi y el lanzamiento de la tercera generación del robot humanoide Optimus. Aunque estas visiones son alentadoras, los inversores buscan cifras más claras, no sólo promesas sin una perspectiva financiera concreta, que Musk lamentablemente no proporcionó durante la conferencia telefónica. Como resultado, tras la publicación de los resultados, el precio de las acciones de Tesla cayó más de un 5 por ciento, con lo que el rendimiento de este año se reduce a sólo un 9 por ciento.

La evolución de la cotización de Tesla en los últimos cinco años
La evolución pasada no es garantía de resultados futuros.