Los recursos están disponibles, pero deben ser cautelosos.
La ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, ha declarado que procederá con cautela en el próximo presupuesto y no impedirá que el banco central luche contra la inflación, casi tres veces superior al objetivo del 2% a principios de año. También hay que tener en cuenta la posibilidad de una recesión, que podría reducir los ingresos fiscales estables. Muchos expertos sostienen que Canadá debería hacer mucho más porque tiene potencial para convertirse en líder en este ámbito. Según Randall Bartlett, Director de Economía Canadiense de Dejardins, invertir en la transición a la economía verde debería proporcionar seguridad. Rebekah Young, responsable de protección contra las crisis económicas de Scotiabank, afirma que en esta fase del ciclo económico, ahorrar es una mejor opción, a menos que el gasto sea esencial. Prevé que el ratio deuda/PIB se mantenga estable y que el Gobierno constituya una reserva en caso de futuras sorpresas económicas, como pandemias, que podrían amenazar el crecimiento económico positivo.
El potencial de Canadá es alto
Canadá podría gastar 20.000 millones de dólares canadienses (unos 14.800 millones de dólares estadounidenses) adicionales al año en la economía verde. Esto mantendría el ratio deuda neta/PIB por debajo del 45,5% en 2021/2022, lo que representaría los mejores resultados entre los países del G7. Flavio Volpe, presidente de la Asociación de Fabricantes de Componentes de Automoción, afirma que todos los fabricantes de automóviles de Norteamérica (hay 15 grandes) deberían electrificarse de aquí a 2030. Cada uno de ellos comprará baterías a plantas de transformación que aún no existen.
La inversión de Canadá en la transición ecológica es una cuestión de equilibrio, que requiere la consideración de muchos factores, como el estado de la economía, el coste de los préstamos y la necesidad de seguir siendo competitivo frente a Estados Unidos. En conjunto, la dotación para estas inversiones podría ser de 7.500 a 10.000 millones de CAD. Las estimaciones incluyen también los nuevos gastos en sanidad para la próxima década, anunciados a principios de febrero y que ascienden a 46.200 millones de dólares canadienses (unos 33.900 millones de dólares estadounidenses).
Olivia Lacenova, analista de Wonderinterest Trading Lt
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