Tormentas influenciadas por la actividad humana
Dubai ha sufrido recientemente unos aguaceros sin precedentes en los que la cantidad anual de precipitaciones descendió en cuestión de horas, provocando inundaciones generalizadas, daños estructurales y el cierre de su aeropuerto más transitado. Se especuló con la posibilidad de que estos sucesos estuvieran relacionados con la siembra de nubes, por la que son famosos los EAU, pero esta afirmación ha sido refutada por el Centro Nacional de Meteorología (NCM) y se han opuesto a ella expertos mundiales. Mark Howden, de la Universidad Nacional Australiana, y el profesor Dim Coumou, de la Universidad de Ámsterdam, atribuyeron los sucesos a la actividad natural de las tormentas, amplificada por el calentamiento global provocado por el hombre, una tendencia que muchos expertos esperan que se repita y sea más difícil de predecir. A las previsiones desfavorables se suman los planes de drenaje poco desarrollados, que no son tan prioritarios debido al clima cálido de la región, y la transformación de las ciudades de áridos paisajes desérticos a modernas urbes dominadas por el hormigón, lo que sitúa a los países de la península arábiga en una gran desventaja.
El mundo entero se ve afectado
La situación de Dubai pone de relieve la necesidad de soluciones innovadoras de ingeniería urbana que puedan adaptarse a los retos del cambio climático y, al mismo tiempo, promuevan prácticas de desarrollo sostenible. Pocos días antes, el mismo sistema de tormentas que provocó fuertes temporales e inundaciones también arrasó el país vecino de Omán, matando a unas 18 personas, según Aljazeera.com. Sin embargo, estos sucesos no son aislados, ya que ciudades de todo el mundo se enfrentan a problemas similares. Nueva York, que vivió una situación similar el año pasado, pone de relieve la vulnerabilidad a las perturbaciones causadas por las lluvias torrenciales y los residuos, incluso en zonas pobladas de larga duración. Tiago Merques, consejero delegado y fundador de la start-up Greenmetrics.AI, explicó a la CNBC que los sistemas de drenaje no están adaptados a caudales tan elevados en el marco del cambio climático actual, y citó como ejemplo la ciudad de Oporto, donde incluso con sistemas de drenaje bien mantenidos, tuvieron problemas de inundaciones debido a volúmenes inusualmente altos de agua y depósitos de residuos.
Evolución del precio del cacao en los últimos 5 años. (Fuente: investing.com)*
No puede prescindir del cambio
Como las ciudades de todo el mundo se enfrentan a la realidad del calentamiento global, es necesario construir entornos resistentes, y las inundaciones en el Golfo no hacen sino subrayar esta necesidad. Las infraestructuras verdes, como las aceras permeables o los tejados verdes, junto con una gestión eficiente de los residuos, pueden contribuir a la absorción natural o mitigar los impactos ambientales de la urbanización. Sin embargo, si no se toman medidas eficaces, estas manifestaciones del cambio climático seguirán multiplicándose.
Olivia Lacenová, analista principal de Wonderinterest Trading Ltd., es una de las principales expertas en cambio climático del mundo.
* Los resultados pasados no garantizan los resultados futuros.
Empresas de nueva creación dispuestas a ayudar
En respuesta a estos retos, están surgiendo start-ups e iniciativas innovadoras con soluciones destinadas a reforzar la resiliencia ante situaciones de inundación. La citada Greenmetrics.AI utiliza sensores LIDAR y análisis de datos en zonas con mayor incidencia de inundaciones para alertar de la subida del nivel del agua y predecir los impactos de las lluvias. También ofrece asesoramiento comunitario y colabora con las autoridades portuguesas. Una idea similar está explorando la start-up australiana Vapar, que gracias a su plataforma y al uso de inteligencia artificial permite inspeccionar y mantener tuberías, reduciendo el riesgo de averías. También está ayudando a los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido. Por ejemplo, la empresa brasileña 4 Habitos Para Mudar o Mundo está ayudando con la categorización de residuos y su eliminación adecuada utilizando IA, y también está desarrollando materiales de construcción lo suficientemente resistentes y porosos como para permitir la absorción natural del agua.
Impacto en la economía
La economía está expuesta a dos tipos de riesgos en el contexto del cambio climático: los riesgos físicos (daños a la propiedad y a las infraestructuras) y los riesgos asociados a la transición hacia una economía baja en carbono. Aunque esa transición ofrece tanto un medio ambiente mejor como nuevos puestos de trabajo, si las medidas se aplican demasiado deprisa y las empresas no tienen tiempo suficiente para adaptarse, podría significar no sólo la desaparición de empresas sino también de los puestos de trabajo asociados a ellas y un descenso del valor de los activos financieros. Por no hablar del impacto en los precios para los consumidores finales, ya que las inundaciones, pero también las sequías, destruyen cosechas, interrumpen las cadenas de suministro y los sistemas de transporte, lo que se refleja en los precios y en la capacidad de los bancos centrales para mantenerlos estables. Los mercados financieros también se ven afectados. Ejemplos recientes son el precio del cacao, que tras 47 años en bolsa ha superado sus máximos históricos, superando la barrera de los 10.000 dólares por tonelada.* ¿La razón? Los problemas de cultivo debidos a las fuertes fluctuaciones meteorológicas, que provocan que los árboles sean atacados por enfermedades y plagas.
Los precios del cacao se han disparado.